Por no saber en este país no sabemos ni descolonizar. Es por eso que los saharauis por no tener, no tienen ni un estado propio.
Así que allí estaba yo, esperando en al Aeropuerto a que llegara Mohamed Abdelaziz, presidente de la virtual República Árabe Saharaui Democrática y líder del Frente Polisario. Lo más cerca que seguramente estaré de alguien con capacidad de declarar la lucha armada a un país. Así que armado yo con mi micro, esperaba a preguntar si tal cosa era posible.
A medida que pasaban los minutos la terminal comenzó a poblarse de señores muy grandes trajeados, vamos lo que vienen siendo policías de incógnito. Finalmente uno se me acerca por el perfil izquierdo y muy sutilmente me enseña una placa. Mi primera placa chispas.
- ¿Es usted el que va a hacer la entrevista?
- Sí.
- DNI.
- Tenga.
- Carnet de prensa.
- ¿Lo qué? de eso no tenga oiga.
Total, que se lleva mi DNI, anota los datos en un papel y llama a alguien. Hago repaso mental. Busco entre mis recuerdos algún detalle oscuro que pueda aparecer en algún archivo ultrasecreto. Una vez se me fue devuelto el DNI supe que no. No he pecado lo suficiente.
miércoles, 28 de octubre de 2009
viernes, 23 de octubre de 2009
Isinbayeva con acento en la A.
Lo primero que se debe decir de esta mujer es que no se apellida Isinbayeva con acento en la 'e', sino Isinbayeva acentuado en la 'a', convirtiendo así su apellido en un hermosa esdrújula. No lo digo yo, lo aclaró ella.
Lo segundo y hablando de hermosura, es que en persona es tremendamente guapa.
Lo tercero es su don de gentes. Si es una simple 'pose' como aseguran sus ¿envidiosas? rivales o es natural, no lo sabría decir. Lo cierto es que ayer se ganó al público que asistió a su acto en El Quirinal desde el primer segundo. Se emocionó o fingió emocionarse con el recibimiento, participó en todo aquello que se le propuso (calentamiento al ritmo de 'Paquito el Chocolatero' o clases de salto con pértiga con nuestro medallista olímpico Dacal), estuvo encantadora con los niños que le hacían preguntas; así durante los 45 minutos que duró el evento.
Actriz o simpaticona de por sí, Yelena Isimbayeva se suma a la nómina de famosos que visitan la Villa. Lo mismo hasta nos ponemos de moda.
Lo segundo y hablando de hermosura, es que en persona es tremendamente guapa.
Lo tercero es su don de gentes. Si es una simple 'pose' como aseguran sus ¿envidiosas? rivales o es natural, no lo sabría decir. Lo cierto es que ayer se ganó al público que asistió a su acto en El Quirinal desde el primer segundo. Se emocionó o fingió emocionarse con el recibimiento, participó en todo aquello que se le propuso (calentamiento al ritmo de 'Paquito el Chocolatero' o clases de salto con pértiga con nuestro medallista olímpico Dacal), estuvo encantadora con los niños que le hacían preguntas; así durante los 45 minutos que duró el evento.
Actriz o simpaticona de por sí, Yelena Isimbayeva se suma a la nómina de famosos que visitan la Villa. Lo mismo hasta nos ponemos de moda.
jueves, 22 de octubre de 2009
Reflexiones desde la puerta del Infierno.
Años atrás, en Asturias estábamos acostumbrados a las catástrofes de la mina. A todos se nos encogió alguna vez el corazón al ver por televisión los cuerpos de mineros aplastados por derrumbes de carbón sacados de las entrañas de la mina por sus propios compañeros.
Verlo in situ cambia la perspectiva. Cuando llegas a la mina el verde-astur se torna en negro-carbón. Un negro amplificado por un cielo gris y una lluvia cabezona que no da tregua un segundo. Los charcos son negros, el barro es negro. Todo negro.
La entrada a la mina de Coto Cerredo, en Degaña, impresiona. Es como un túnel del Huerna incrustado en una montaña. La diferencia es que no hay salida al otro lado. El vaho que sale de su interior te hace pensar que estás ante las mismísimas puertas del Averno.
Cuando yo llegué, hacía día y medio que el minero estaba sepultado bajo toneladas de carbón. A pocos metros de la boca de la mina, todos de pie, seguían sus compañeros. De allí no se movía ni dios hasta que saliera el cuerpo. Charlas en voz baja y algún pitillo que otro, hacía que las horas de espera no pasaran tan lentas.
Cada seis horas se producía el relevo de las brigadas de rescate. Brigadas formadas por aquellos que hasta unas horas antes habían trabajado codo con codo con el minero caído. Quise examinar los rostros de aquellos mineros que se disponían a entrar en el turno de las 9 de la noche. La brigada anterior sólo había conseguido avanzar un metro en seis horas. No había miedo en sus caras, tampoco tristeza. Simplemente había concentración. Sabían que cualquier error podía provocar otro derrabe de carbón y con ello volver a alejarse de su camarada.
Entro en directo a las 21:35. Más allá de los focos, más allá de la lluvia que me golpea sin piedad, más allá de los 3º de temperatura, veo unas sombras al fondo. Son los mineros que siguen esperando noticias. Pero no hay.
A la una de la mañana ya estoy metido en la cama. No puedo dormir. Necesito saber por qué toda esa gente necesita estar allí y no con sus familias. Al final sólo encuentro una explicación: Están allí, porque es donde deben estar, porque su mente está sumergida, como su compañero, entre toneladas de carbón, escombro y barro. Después caigo en un sueño intranquilo.
A las 8.30 de la mañana vuelvo a estar delante del ordenador. Busco noticias frescas. A las 5.30 de la mañana el cuerpo del minero estaba ya a este lado de las puertas del infierno.
Verlo in situ cambia la perspectiva. Cuando llegas a la mina el verde-astur se torna en negro-carbón. Un negro amplificado por un cielo gris y una lluvia cabezona que no da tregua un segundo. Los charcos son negros, el barro es negro. Todo negro.
La entrada a la mina de Coto Cerredo, en Degaña, impresiona. Es como un túnel del Huerna incrustado en una montaña. La diferencia es que no hay salida al otro lado. El vaho que sale de su interior te hace pensar que estás ante las mismísimas puertas del Averno.
Cuando yo llegué, hacía día y medio que el minero estaba sepultado bajo toneladas de carbón. A pocos metros de la boca de la mina, todos de pie, seguían sus compañeros. De allí no se movía ni dios hasta que saliera el cuerpo. Charlas en voz baja y algún pitillo que otro, hacía que las horas de espera no pasaran tan lentas.
Cada seis horas se producía el relevo de las brigadas de rescate. Brigadas formadas por aquellos que hasta unas horas antes habían trabajado codo con codo con el minero caído. Quise examinar los rostros de aquellos mineros que se disponían a entrar en el turno de las 9 de la noche. La brigada anterior sólo había conseguido avanzar un metro en seis horas. No había miedo en sus caras, tampoco tristeza. Simplemente había concentración. Sabían que cualquier error podía provocar otro derrabe de carbón y con ello volver a alejarse de su camarada.
Entro en directo a las 21:35. Más allá de los focos, más allá de la lluvia que me golpea sin piedad, más allá de los 3º de temperatura, veo unas sombras al fondo. Son los mineros que siguen esperando noticias. Pero no hay.
A la una de la mañana ya estoy metido en la cama. No puedo dormir. Necesito saber por qué toda esa gente necesita estar allí y no con sus familias. Al final sólo encuentro una explicación: Están allí, porque es donde deben estar, porque su mente está sumergida, como su compañero, entre toneladas de carbón, escombro y barro. Después caigo en un sueño intranquilo.
A las 8.30 de la mañana vuelvo a estar delante del ordenador. Busco noticias frescas. A las 5.30 de la mañana el cuerpo del minero estaba ya a este lado de las puertas del infierno.
viernes, 16 de octubre de 2009
Andrés Montes.
Sí vale, se equivocaba bastante con los nombres de los jugadores. Pero él tenía algo que el 99,9% de los que alguna vez hemos retransmitido un evento deportivo jamás tendremos: personalidad en la narración.
Nadie como él hubiese contado así el que probablemente haya sido el momento más impresionante de la historia del baloncesto.
http://www.youtube.com/watch?v=oUS51dAIMdo
Piel de gallina.
Nadie como él hubiese contado así el que probablemente haya sido el momento más impresionante de la historia del baloncesto.
http://www.youtube.com/watch?v=oUS51dAIMdo
Piel de gallina.
martes, 13 de octubre de 2009
50 canciones de 50 bandas de los 90 (rememorando mis años mozos) #1
Canción: About a Girl/Smells like Teen Spirit/Sliver/Rape Me/Pennyroyal Tea.
Grupo Nirvana.
Disco: Bleach (1989)/Nevermind (1991)/Incesticide (1992)/In Utero (1993)/MTV Unplugged in New York (1994).
Comentario: De vez en cuando, cada vez más de vez en cuando, tiene que aparecer una banda que haga ‘tabla rasa’ con lo anterior y revitalice e impulse de nuevo el rock. Una de esas bandas es Nirvana y por tanto juega en la Ligas Mayores. Y cuando digo en las Mayores quiero decir en la Liga de los Beatles, de los Stones o de Led Zeppelín.
Nirvana no sólo fue la última parada en la evolución del punk. Si quieres encontrar la mejores melodías pop de la década tienes que acudir a Cobain & Cia, si quieres encontrar los momentos más intensos del rock de la época ídem.
Su música trasciende más allá de su mito. Es el faro que marcó musicalmente a una generación. El gallo que despertó a millones de personas del letargo musical. Tal es su grandeza que nadie ha sido capaz de coger el relevo, de tal manera que ningún grupo de hoy en día es capaz de sonar tan moderno como Nirvana. Es por eso también, que el rock pase por el momento más triste de su historia. Quizás todo haya terminado, quizás Nirvana sea el último de los grandes y como cualquier otra cosa de esta vida, termine languideciendo ante la ausencia de talento.
Por todo eso y por un millón de cosas más, incluida una discografía corta pero intachable, Nirvana es el número 1 de mi lista.
http://www.youtube.com/watch?v=JpMt_YqVbhw
http://www.youtube.com/watch?v=4n2TVI1Ij3E
http://www.youtube.com/watch?v=vDPP-yZMg6Y
http://www.youtube.com/watch?v=csEtzhVl-bQ
http://www.youtube.com/watch?v=q7AzfiTg_6g
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