Señores y Señoras de Movistar:
Jamás, bajo ningún concepto, bajo ninguna circunstancia, me pasaré a su compañía. Sé que se trata de una campaña por saturación, pero por mucho que aparezca media docena de veces al día el número 1485 en la pantalla de mi móvil, no me doblegaré. Lo único que siento es el día que pierda los estribos, mis cabales se vayan al garete y lo pague con el pobre teleoperador que no tiene la culpa de nada.
Como se nota que nunca tendrán que pasar por el apuro de tenerse que ganar la vida molestando a la gente a las diez y pico de la noche. Son la sal de la tierra, la nueva plaga, la inmundicia convertida en estrategas del telemarketing. Son, en definitiva, unos acosadores y unos ladrones que roban mis datos no se sabe cuándo y no se sabe cómo.
Cualquier compañía, repito cualquier compañía, como si detrás de ella estuviese el mismísimo III Reich, antes que esa escoria llamada Movistar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario