jueves, 5 de febrero de 2009
Concatenaciones a ritmo de xenofobia.
Un obispo inglés, Richard Williamson, afirma que el Holocausto Nazi no costó la vida a 6.000.000 de judíos. A los sumo unos “200.000 ó 300.000 y ninguno en cámaras de gas”, asegura este lamentable personaje. Tenía entendido que el “No Matarás”, es aplicable independientemente de que se trate de una, 200.000 o 6.000.000 de personas. Pero explícale eso tú, a un obispo neonazi. Nazis eran los alemanes como alemana es Angela Merkel, presidenta de un país condenado a llevar la carga de la vergüenza del nazismo el resto de su existencia. Alemana, sí, alemana como Benedicto XVI, que desde el Vaticano aún no ha expulsado a este desgraciado de la Iglesia de Roma. Roma, sede de un gobierno que quiere aprobar leyes muy próximas a las que en su día aplicaron los nazis. Un listado de vagabundos o la posibilidad de que los médicos puedan denunciar a los ‘sin papeles’ a los que asistan, son un ejemplo de ello. El impulsor de tales medidas es un tal Roberto Maroni. Una vergüenza para los italianos. Italianos como esos trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo en Inglaterra, después de las manifestaciones en contra de su presencia de trabajadores ingleses. Ingleses como Richard Williamson, el obispo fascista.
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