Espartaco es la película que más veces he visto en mi vida. Calculo unas 20 veces tirando por la bajo. Lo raro es que la historia de Espartaco se produce 70 años antes de la muerte de Cristo, pero da igual, en Semana Santa no falla. Será porque al final también muere crucificado… y en vida fue una especie de ‘Mesías’.
El reparto y la dirección brutales. Stanley Kubrick de director, Kirk Douglas (Espartaco), Lawrence Olivier (Craso), Peter Ustinov (Lentulo Batiato), Charles Laughton (Graco), Jean Simmons (Varinia), Toni Curtis (Antonino), John Gavin (Julio César)… Menudo plantel de actores. Sólo chirrían este último, demasiado grande y fornido como para hacer de César y Toni Curtis, no por mal actor, sino porque en otra película, ‘Los Vikingos’, mataba precisamente al personaje que hacía Kirk Douglas, Einar, uno de mis héroes de infancia. Desde entonces le cogí tirria.
Mis escenas favoritas:
- La lucha de gladiadores en la que Draba se niega a matar a Espartaco y termina muriendo a manos de Craso. Vibrante.
- La charla de los caracoles y las ostras entre Graco y Antonino. Escandalosa para su tiempo. Fue censurada y después recuperada pero sin audio. La voz de Olivier es doblada por Anthony Hopkins en inglés.
- Las batallas. Impresiooantes. Y no batallas en plan, ‘hola soy un informático gafapasta que con mi ratón voy a dibujar un millón de orcos’, no. Me refiero a esas de ‘por favor, esos 3000 extras un poco más a la izquierda’. En una de ellas aparece la mutilación de un brazo, ¿la primera de la historia del cine? Están grabadas en España.
- La escena de amor entre Douglas y Simmons cuando ella le dice que está embarazada es mi favorita de la historia del cine.
- Las luchas por el poder entre Craso y Graco son antológicas.
- El momento en el que los gladiadores cautivos dicen eso de: ‘Yo soy Espartaco, yo soy Espartaco…’ es emocionante.
- El combate a muerte en el que Espartaco mata a Antonino para evitarle la crucifixión es vibrante.
- Las lágrimas de Espartaco cuando desde la cruz ve a su mujer y a su hijo partir en libertad son tremendamente emotivas.
En resumen, Espartaco tiene todo lo que yo le pido una película: historia, acción, conflicto, sentimientos, política y emoción. Por eso la seguiré viendo año tras año hasta que se me caigan los ojos.
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