Proyectar una superficie esférica sobre un plano no debe ser tarea sencilla. Partamos de ese hecho. Pero eso no debe ocultar que el mapamundi en el que todos aprendimos geografía, el que nos enseñó a tener una imagen mental básica de cuál es la disposición de los continentes y los océanos de la tierra, así como sus proporciones reales, se aleja bastante de la realidad.
El mapamundi estándar, el que podemos encontrar en cualquier atlas, en cualquier centro escolar o en cualquier otro lugar, parte del trabajo del cartógrafo flamenco Gerardus Mercator. Un hombre que vivió en el siglo XVI, es decir, en el inicio de las grandes expediciones europeas por el resto del planeta. Su descripción de la tierra es esta:
Y a partir de ese mapa se concebiría el que todos hemos conocido:
Mercator acierta en la forma general de los países y a partir de la disposición de los paralelos y los meridianos, su mapa permitía ir con rumbo fijo y seguro de un lugar a otro del planeta. A fin de cuentas, los mapas de la época tenían esa función fudamental, es decir, que alguien que se jugaba la vida en su viaje desde Cádiz a Veracruz, pudiese llegar a su destino y no a Terranova… Pero Mercator falla en lo que al tamaño de las masas continentales se refiere. Éstas se distorsionan cuanto más alta es la latitud y fracasan por completo a partir de los 80º latitud Norte y Sur, produciéndose una agrandamiento excesivo (Groenlandia, Antartida…)
Las versiones modernas de su mapa no han hecho sino acentuar esa desproporción. Por ejemplo en este y eso que no es de los más exagerados:
¿Cómo es posible que Groenlandia con algo más de 2 millones de Km2
aparezca más grande que China que tiene 9 millones y medio de Km2?
¿Cómo es posible que África (más de 30 mill. de Km2. cuadrados) tenga un tamaño inferior a Rusia (17 mill. de Km2 )?
¿Cómo es posible que Escandinavia (algo de más de 1 mill. Km2 sea mayor que la India (más de 3 mill. de Km2) ?
En los años 70 del siglo XX, el cartógrafo alemán Arno Peters realizó su propia proyección rediseñando las proporciones entre los continentes y el resultado fue este:
De esta proyección llaman la atención dos grandes aspectos:
1.Europa y EEUU ya no ocupan la parte central de la representación.
2.Los países más pobres son en extensión extraordinariamente superiores a los del primer mundo.
Arno Peters quiso ver en los mapamundis inspirados en el de Mercator una justificación de la superioridad ‘blanca’ sobre el resto de la humanidad y reivindicó con su mapa la importancia global de las zonas menos favorecidas del planeta.
Para terminar, ya que los conceptos de norte y sur son subjetivos, ¿qué tal representar la tierra así?
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3 comentarios:
Interesante. Siempre me gustaron los mapas y conocía diversas representaciones pero no conocía esta de Arno Peters.
Interesante
habia escuchado de este mapa.
Pero que tal de los mapas que no son Eurocentricas? hablo de esos mapas con china en el centro, alla tambien tienen complejo de superioridad.
Seguro que sienten superioridad también, por supuesto. Todos nos sentimos el centro del mundo y nos olvidamos que somos la millonésima parte de una moto de polvo en el universo...
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