viernes, 16 de enero de 2009

Lo que no nos enseñaron en el colegio: Fernando 'el Católico' era más castellano que Isabel 'la Católica' (parte 1).

Isabel y Fernando, tanto monta, monta tanto. Ella castellana, él aragonés. Símbolo de la fusión de ambos territorios y el pilar sobre el que se sustenta lo que hoy es España. Eso es lo que nos enseñaron en el colegio y en el instituto, pero todos sabemos que los temarios son largos y el tiempo que un profesor tiene para impartir la materia es corto. Imposible que no se queden algunos detalles en el tintero.

Fernando II (1452-1516) e Isabel I (1451-1504).

Al margen de que Isabel y Fernando se conocieron en persona cuatro días antes de su enlace, o que su boda secreta se realizó gracias a una bula papal falsa (la necesitaban porque eran primos segundos), lo más interesante de esta unión es que Fernando era más castellano que la propia Isabel. Cierto es que él nació en Sos (hoy Sos del Rey Católico) provincia de Zaragoza y ella en Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila; pero en lo sanguíneo y en el siglo XV la sangre y su origen tenía una importancia capital, Fernando era mucho más castellano que Isabel.

Todo empezó 58 años antes de la boda de los Reyes Católicos. Allá por 1410, moría Martin I ‘El Humano’, Rey de Aragón. Y lo hacía sin descendencia. Aragoneses, catalanes y valencianos se pusieron manos a la obra para buscar un nuevo Rey. Dos años más tarde lo encontraron. El difunto rey Martín, tenía una hermana, Leonor, que se había casado con el rey castellano, Juan I. Fernando, el segundo de los hijos de Leonor y del ya difunto Juan, fue el elegido para ser el nuevo soberano aragonés.


Martín I 'el Humano' (1396-1410).

Fernando, también conocido como ‘el de Antequera’ por haber conquistado esa importante plaza a los musulmanes, era por entonces quien mandaba en Castilla. Su padre, Juan I, había muerto, su hermano Enrique ‘el Doliente’, también, y el hijo de éste, Juan II, no era más que un niño. Además, Fernando se había casado con Leonor de Alburquerque. Los Alburquerque era una de las familias más ricas y poderosas de Castilla. Tal era así, que su esposa Leonor era conocida con el sobrenombre de la ‘Rica Hembra’.

Pero el poder de Fernando sobre Castilla tenía fecha de caducidad: la mayoría de edad de su sobrino Juan II. Por tanto, la oferta aragonesa era de esas que no se podían rechazar. Mediante el Compromiso de Caspe, Fernando y Leonor se convertían en los Reyes de Aragón y sus hijos, nacidos en Castilla, en los Infantes de Aragón. Y todos juntos, padres e hijos, se fueron a jurar el cargo pero sin renunciar a las bastas propiedades y bienes que tenían en Castilla.

Fernado I 'el de Antequera' (1380-1416).

A partir de esa fecha Castilla y Aragón serían dos coronas distintas pero gobernadas por una misma dinastía: los Trastámara. La unión de los dos reinos ya sólo era cuestión de que ambas ramas de la familia se pusieran de acuerdo para hacerlo. Fernando ‘el de Antequera’ y Leonor de Alburquerque, castellano él y castellano ella, nuevos monarcas aragoneses, serán los abuelos de Fernando ‘el Católico’.

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