Qué gran programa. 100 ciudadanos cabreados con 100 preguntas para Zapatero. En directo, sin que el presidente sepa lo que se le va a preguntar. Así de simple. El resultado, picos de hasta 6 millones y medio de audiencia y una share del 30,5%. Vamos, audiencias parecidas a las de una sesión del congreso o una tertulia política de radio o televisión...
Este es un país donde una vez sumados los votos, la conexión entre los electores y los elegidos se reduce a la mínima expresión. Qué al menos un grupo de personas puedan interrogar, rebatir e incluso intimidar al presidente del gobierno, es lo más democrático que hay junto a las propias elecciones.
La pureza de un programa como este se pierde después, con el bla, bla, bla de contertulios, editorialistas, políticos de distintos bandos y demás gallimero mediático. Qué cada uno saque sus conclusiones, yo me quedo con que ayer triunfó la democracia.
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